La siguiente es una breve guía para utilizar los contenidos de terceros sin violar la ley en Estados Unidos:
Una búsqueda de registros, renovaciones y transferencias de titularidad registradas antes de 1978 se hace manualmente. Si uno lo realiza personalmente en la Oficina de los derechos de Autor es gratuito, pero si se delega en un empleado de la misma, el costo es de 165 dólares la hora, con un mínimo de dos horas. Luego de esa fecha (1978) los registros están en línea. Para obtener información adicional, se puede consultar la Circular 22 «Cómo investigar el status de los derechos de autor de una obra How to Investigate the Copyright Status of a Work» y la Circular 23 «El catálogo de tarjetas de los derechos de autor y los expedientes en línea Copyright Card Catalog and the Online File».
La Oficina de los derechos de Autor no responderá a un pedido de copia de la obra protegida de un tercero sin una autorización por escrito del titular o su agente designado, a menos que la misma forme parte de un litigio. Se puede obtener un certificado de registro con un pago de 35 dólares. La Circular 6 «Acceso y copias de registros de derechos de autor y depósito Access to and Copies of Copyright Records and Deposit» brinda información adicional.
Bajo la doctrina de uso justo del estatuto de derechos de autor de Estados Unidos está permitido utilizar partes limitadas de una obra incluyendo comillas, para propósitos como comentarios, críticas, información de noticias e informes académicos. Si un uso determinado califica como justo o no depende de todas las circunstancias. Consultar FL 102 «Uso justo» y la Circular 21 «Reproducciones de obras con derechos de autor por parte de educadores y bibliotecarios Reproductions of Copyrighted Works by Educators and Librarians».
Solo el titular de los derechos de autor sobre una obra tiene derechos a preparar o autorizar a un tercero a crear una nueva versión de esa obra. Consultar la Circular 14 «Registro de derechos de autor para obras derivadas Copyright Registration for Derivative Works».
Una parte puede buscar proteger sus derechos de autor contra su uso no autorizado entablando una demanda civil en un tribunal federal de distrito. Si cree que se violó su derechos de autor debe consultar a un abogado. En casos de infracción deliberada con fines de lucro, el Fiscal Federal puede iniciar una investigación penal.
Si alguien utiliza una obra con derechos de autor sin autorización, el titular puede tener derechos a entablar una demanda por infracción en su contra. Existen circunstancias bajo la doctrina de uso justo en las que una cita o un fragmento pueden ser usados sin permiso. Sin embargo, en caso de duda, la Oficina de los derechos de Autor recomienda obtener un permiso.
No existe una lista de canciones o películas de dominio público. Pero una búsqueda en los registros puede revelar si una obra determinada cayó en dominio público. Si uno lo hace personalmente en la Oficina de los derechos de Autor es gratuito, pero si se delega en un empleado de la misma, el costo es de 165 dólares la hora, con un mínimo de dos horas.
Con pocas excepciones, la Biblioteca del Congreso no es titular de los derechos de autor de los materiales de sus colecciones ni otorga o deniega permiso para usar el contenido subido a su página web. Esta información se puede hallar en las declaraciones de ACopyright and Other Restrictions@ (Derechos de autor y otras restricciones) en la página principal de cada colección en línea de American Memory (Memoria estadounidense).
Cargar o descargar obras protegidas por derechos de autor sin la autorización del titular constituye una infracción a los derechos exclusivos de reproducción y/o distribución del titular de los derechos de autor. Toda persona hallada culpable de infringir esta ley puede ser responsable de indemnizaciones legales de hasta 30.000 dólares por cada obra, y si el titular de los derechos de autor prueba que es una infracción deliberada, esa cifra puede elevarse hasta a 150.000 dólares por cada obra.. Además, el infractor también puede ser responsable por los honorarios que el titular de los derechos de autor debió pagar a su abogado para hacer valer sus derechos.
Si una obra determinada está disponible o no bajo la autoridad del titular de los derechos de autor es una cuestión de hecho. Pero dado que cualquier obra original de autoría fijada en un medio tangible (lo que incluye un archivo informático) está protegida por la ley federal de derechos de autor desde el momento de su creación, en ausencia de información clara que indique lo contrario, se asume que la mayoría de las obras están protegidas bajo la ley federal de derechos de autor.
Dado que los archivos distribuidos a través de redes de punto a punto son generalmente obras con derechos de autor, existe el riesgo de responsabilidad por descargar material de estas redes. Para evitar estos riesgos, actualmente existen muchos servicios «autorizados» en Internet que permiten que los clientes compren obras con derechos de autor en línea, ya sea música, libros en formato electrónico o películas cinematográficas.